domingo, 25 de abril de 2010

EL TATUAJE UN FENOMENO SOCIAL.

El tatuaje es una practica milenaria que esta causando furor entre los adolescentes y entre quienes ya no lo son también.
Más que una forma de “decorar” el cuerpo, el tatuaje se ha convertido en una forma de expresión de la cultura actual. Con el tatuaje la persona quiere decir algo más de el y resaltar la parte del cuerpo dónde se lo hace.
Todas las personas atraviesan diferentes crisis durante sus vidas. Pero existe un tejido social que es menos consistente y hay menos canales para registrar esas crisis. Por eso cada persona transmite sus propias experiencias a través de un medio más tangible y modificable, el propio cuerpo.
Para las mujeres el tatuaje es un sucedáneo de liberación sexual, ligada al permiso para mostrar su cuerpo.
En cambio para los hombres es mas un acto de virilidad, ya que lleva aparejado el dolor del tatuaje. Para ellos el sufrimiento es una experiencia que los integra a un grupo, y por otro lado el dolor lleva a tener una conciencia más aguda de su propia existencia y es una manera de experimentar nuevas sensaciones.
Para muchas personas el acto de tatuarse puede convertirse en una adicción comparable al consumo de drogas.
Los tatuajes cumplen determinadas funciones para el psiquismo individual. El tatuaje viene a reparar algún aspecto que uno considera faltante en uno mismo. Puede servir para compensar situaciones de perdida, ya sea de un ser querido o de ideales, o de aspiraciones no cumplidas. Puede ser un medio para regular tenciones internas y para expresar afectos y deseos de perdurabilidad.




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